Hoy os traemos una fantástica imagen de un espacio muy bien aprovechado. La azotea de un edificio con cubierta doble agua invertida [para ponerlo más difícil] en la que podemos distinguir perfectamente debajo de la nieve mesas, sillas, tumbonas, macetas... Lo que no hace imaginar que cuando se va la nieve y surge un poco de sol, esta terraza transforma su vida recibiendo a los habitantes de la casa para desayunos, barbacoas o simplemente tomar el sol.
Esta foto es de Alemania y nos la ha mandado uno de nuestros colaboradores. Lo más sorprendente es que allí no tengan reparo en utilizar las azoteas, aunque sea la mitad del año porque la otra mitad no pueden, y en España, con el buen clima que tenemos la mayor parte del año [y en unos lugares mejor que otros] seamos tan reticentes a reconvertir esos espacios perdidos.