El año pasado (en junio) apareció un artículo en La Vanguardia hablando del déficit de zonas verdes en Barcelona: hay 6.5 m2 por habitante mientras que la media recomendada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) es de 15 m2.
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Lo fantástico de este artículo es la solución que daba a este problema (más bien la daba el informe en el que estaba basado): colocar zonas verdes en la azoteas de los edificios.
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Nada nuevo bajo el sol si simplemente nos quedamos ahí, ya que todos hemos podido ver alguna vez un edificio con cubierta vegetal (y más ahora en pleno auge de la edificación sostenible y ecológica). Sin embargo lo más interesante es que esas cubiertas además se utilizaban como espacio público, un espacio ya existente, que si o si iba a estar, y que ahora puede ser disfrutado por los ciudadanos, a diferencia de lo que ocurre normalmente.
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Laguna de Lanao (Barcelona) panoramio.com |