Split y su paseo marítimo

O como el mobiliario urbano puede ordenar y dar carácter a un proyecto de transformación de un espacio...




Para el que no conozca la ciudad de Split [Croacia] antes que nada hay que decir que es una ciudad llena de historia, donde a medida que vas andando y descubriendo espacios, te vas sorprendiendo. La historia no se oculta, ni se disfraza, ni se maquilla; va dejando su huella en muros y calles llegando a verse ruinas de columnas, restos de mosaicos en el suelo, arcos mediocultos por la elevación de las calles... todo esto en contraposición con otras ciudades que se han convertido en un escaparate, en un escenario perfecto para el turismo, pero que todo parece hecho en cartón piedra para hacerse la foto de recuerdo...


Por eso cuando llegas caminando al paseo marítimo te llevas la gran sorpresa, y es que en Split también hay proyectos actuales y no es todo de hace siglos.

Este proyecto se saco a concurso en 2005 y se acabó en 2007, y a pesar de su modernidad y la transformación que se exigía, una de los requisitos era el respeto al valor histórico y cultural







Como se puede ver en las fotos y como hemos dicho antes, a pesar de la aparente anarquía de sus elementos, en este proyecto el mobiliario tiene un papel fundamental: ordena y da carácter, respetando las preexistencias y consiguiendo que el uso del espacio sea flexible.

Los postes se ordenan en dos filas paralelas otorgando un ritmo vertical y dejando el espacio central totalmente libre, los del norte soportan las sombrillas [que se pueden convertir en pantallas en un momento dado] y los del sur son luminarias


Mientras, en el pavimento se representa la retícula de 1.5 x 1.5 m. sobre la que se dibuja el proyecto y de la que va surgiendo el resto del mobiliario: las jardineras ocupan el espacio de una losa y los bancos se forman a partir de pliegues, inclinaciones o elevaciones de las mismas losas, como si el mismo pavimento tomase vida para poder ejercer diferentes funciones a la vez...