Hay en ocasiones que para minimizar el impacto que supone tener un andamio en la calle se realizan verdaderos esfuerzos con el fin de que el ciudadano no salga tan perjudicado.
En otro momento hablaremos de la sensibilidad de minimizar este impacto y el respeto hacia los peatones que circulan por ese espacio invadido. En este caso vemos una nueva utilización del jardín vertical. No vamos a hablar de las bondades de los espacios verdes, ni de los jardines verticales porque ya lo hemos hecho en otras ocasiones. Pero si que esta actuación nos parece digna de ser copiada en otros casos.
No vamos a negar que los andamios tienen su belleza particular, especialmente para los que nos dedicamos a este mundo. Desgraciadamente para que la tengan favorece bastante el que estén cuidados, limpios y alineados, algo que no siempre se consigue. Para estos últimos ejemplos, el que la parte con la que el peatón se topa esté cubierta de verde y de flores cambia de manera radical el paisaje que ve el ciudadano cuando pasea por la acera, haciéndolo mucho más amable, agradable y saludable.
Esta actuación está realizada en Londres.