No se puede pasar el verano sin hablar de una de las islas más visitadas en esta época: Formentera
Y es que, increiblemente, después del primer encuentro con ella (desembarcar en la isla con un montón de turistas, alquilar moto o bicicleta y conseguir salir a la carretera y alejarte de todos los demás), te encuentras con un lugar en el que parece que no han cambiado las cosas a pesar de los años, de la tecnología, de los avances... un lugar en el que cuidan la estetica y la integración paisajística como en pocos lo hacen.
Y es aquí donde nos encontramos con estas paradas de autobús salteadas por toda la isla y diseñadas con tres materiales que congenían perfectamente entre sí mismos y con la estética rural: acero corten, madera y piedra. A ello se une un cuidado diseño (atención al hueco creado) que revela que a pesar de que esos materiales podrían llevar ahí cientos de años, es algo actual pensado con unas directrices estéticas. Y todo esto hace que se integren en el contexto de la isla perfectamente.