La ola verde ciclista de Valencia

Hoy os traemos una forma de gestión del tráfico que trata, entre otras, de crear espacios más seguros para los ciclistas y peatones. Se trata de una ola verde adaptada a la velocidad de los ciclistas que se implantó hace algún tiempo en la calle Valencia de San Francisco [casi es nuestra Valencia, pero no, a ver si dentro de poco...].

Para los que no estéis familiarizados con el concepto de Ola verde u Onda verde de tráfico aquí va una explicación rápida. Si conducís en ciudad os habréis dado cuenta que circulando por una avenida según la velocidad que llevéis os encontrareis con todos los semáforos en verde o al contrario todos en rojo. Los semáforos de las calles principales suelen estar sincronizados de forma que circulando a una velocidad predefinida, 40 km/h por ejemplo, no tendremos que pararnos en toda la avenida porque encontraremos todos los semáforos en verde [para un poco más de información nuestra amiga wikipedia].

Por lo general este concepto se usa para gestionar la circulación con velocidades adaptadas al tráfico motorizado privado [para variar el coche en el centro de la planificación]. Pero desde hace algún tiempo surgen experiencias en las que se regula el tráfico para beneficiar al resto de medios de transporte.

En Copenhage están adaptando, desde 2007, las principales calles ciclistas a velocidades más reducidas. El video siguiente es de la avenida Norrebrogade, por la que circulan alrededor de 35.000 ciclistas al día. La velocidad a la que se ha programado la onda verde es de 20 km/h.




Otra ciudad en Dinamarca que también tiene ondas verdes adaptadas a la velocidad de los ciclistas, en este caso 15 km/h, es Odense. Además se ha incluido luces verdes a lo largo del recorrido para indicar a los ciclistas la velocidad a la que se debe ir para encontrar el semáforo en verde.


Como no podía ser de otra forma en Amsterdam también han adaptado la velocidad de algunas calles. Al reducir la velocidad del tráfico general el ciclista se encuentra más seguro para poder maniobrar o incluso si la banda ciclista desaparece [aunque en este caso la reducida velocidad del tráfico tiene más que ver con la distribución de la calle]. Parece ser que también mejora los tiempos de recorrido del transporte público [autobús y tranvía], según News from Amsterdam.



En la ciudad de San Francisco se hicieron eco de estas experiencias y de otras parecidas en la ciudad de Portland, para reivindicar una onda verde a velocidades reducidas. Con los ciclistas claramente a favor empezaron las pruebas en 2009 y la implantación definitiva en 2011. Actualmente sigue en funcionamiento con las limitaciones y ajustes necesarios de cualquier sistema. En este caso la velocidad escogida es de 13 mph [algo más de 20 km/h] y parece que del cambio se benefician no sólo los ciclistas sino también los coches en las horas punta.


Son muchas las ventajas de disminuir la velocidad de la circulación. Al reducir la velocidad se reducen no sólo el número de accidentes sino también la gravedad de los mismos. Los ciclistas se encuentran en una situación de circulación más segura y cómoda, pudiendo maniobrar con mayor facilidad al circular junto a vehículos a velocidad similar. No sólo se benefician los ciclistas de la velocidad sino también los transportes públicos, con ondas verdes más cercanas a las velocidades comerciales que las diseñadas actualmente, mejorando su tiempo de recorrido, como sucede en algunos de los ejemplos anteriores. En algunos casos incluso se reduce el tiempo para los automovilistas. En las horas punta la velocidad suele ser muy reducida y no son necesarias ondas verdes a grandes velocidades porque en estos casos los vehículos deben frenar y acelerar constantemente generando aún más contaminación. Y simplemente porque son velocidades más humanas y es un buen primer paso para humanizar las ciudades.


Una vez más, pensamos que las buenas actuaciones están para copiarlas y adaptarlas a nuestras ciudades. Parece lógico adaptar la coordinación del tráfico a todos los medios involucrados [peatones, transporte público, bicicletas] y no sólo al coche. Reducir la velocidad de las ondas verdes puede ser una buena herramienta para ello. 


¿Dentro de poco una entrada sobre La ola verde ciclista de la ciudad de Valencia?