Hace unos años, cuando se dio el boom de las placas solares fomentadas por las subvenciones, se creó el problema de su situación, invadiendo espacios verdes en el campo y las montañas, destrozando bancales protegidos y transformando el paisaje [ya hablamos de la transformación del paisaje aquí *]. Pero ¿hasta que punto tiene sentido fomentar la energía renovable y sostenible a base de "hormigonar" nuevos espacios antes verdes?
Uno de los planteamientos y dudas que circulaban era el porqué existiendo tanto espacio ya urbanizado no se utilizaba para poner esas placas, y uno de los ejemplos más claro que se veían en otros países como EEUU era el de las placas solares haciendo de marquesinas en los aparcamiento, de manera que cumplían 2 funciones en 1, además de situar las placas solares en un espacio ya "hormigonado".
Otras ideas claras son las de utilizar las cubiertas de edificios, principalmente en naves industriales, y la de situarlas en cementerios [ya hay ejemplos]. En definitiva la idea es la de aprovechar grandes superficies ya utilizados, transformados e impermeabilizados por el hombre, y no tener que hacerlo en otros espacios.
En este caso las imágenes son de un aparcamiento de la Universidad Autónoma de Madrid