mancha rosa

En determinadas ocasiones llevarse una sorpresa paseando por un parque o por la ciudad no depende tanto del hombre sino de la propia naturaleza.

Y es que, no me digáis que no se crea un sitio idílico cuando caen las flores de los árboles? A modo de sombra se queda una mancha rosa cubriendo el suelo, de la que lo único que sobresale es un banco que nos invita a sentarnos y el propio árbol.




Pd. Las fotos están tomadas en el jardín botánico de Río de Janeiro