Sin duda una de las cosas sobre las que más se está hablando ahora mismo es sobre las smart cities, al menos en el mundo del urbanismo. Y nosotros llevamos tiempo queriéndolo hacer...
Uno de los problemas que vemos con este término es que no está claro exáctamente su significado, a qué se refiere. Os recomendamos leer este artículo de José Fariña [Catedrático de Urbanismo y Ordenación del Territorio en la UPM] sobre las smart cities * , porque ya explica muy bien él la falta de información certera al respecto, y realiza una clara diferencia entre la idea y la "etiqueta".
Otro de los problemas que nos planteamos es que da la impresión de que va a suceder algo parecido como lo ocurrido con el término "sostenibilidad" [si no está ocurriendo ya], que mucha gente lo utiliza como marca o eslogan sin comprender [o sin llevar a cabo] lo que comporta. Además no hay criterios suficientemente claros como para decir si algo determinado es sostenible o deja de serlo, y los criterios existentes carecen de unanimidad. Hay definiciones sobre este término, pero hay demasiadas...
A esto hay que añadir el doble filo que tiene, ya que el uso de una tecnología masiva gasta una cantidad de energía que siempre debemos considerar y poner en la balanza por muy beneficioso que sea el resultado obtenido. Como ejemplo podemos poner los coches eléctricos, sobre los que ya hemos escrito en alguna ocasión: si la energía que se utiliza es eólica solucionaremos uno de los problemas que generan los coches, la contaminación; sin embargo, si la electricidad proviene de una central de carbón lo único que estamos haciendo es trasladar la contaminación a otro lugar, trasladamos el problema. Al respecto de esto José Fariña explica en su artículo el riesgo existente del efecto rebote , que generaría un aumento del consumo de energía a pesar de [o gracias a] los avances individuales en eficiencia energética.
Es indiscutible es que la tecnología pasará a formar parte de la ciudad y del urbanismo, al igual que se ha ido introduciendo en otros aspectos de nuestras vidas. Es más, ya forma parte de la ciudad indicándonos cuánto va a tardar en pasar el próximo autobús o metro, la temperatura que hace en ese momento, el tráfico que hay en determinadas calles... Es necesario tener datos para poder dar soluciones, para poder interpretar los problemas, y para dar con las necesidades de la ciudad y de los ciudadanos. La tecnología nos puede proveer de datos para encontrar soluciones, para informar al ciudadano, incluso nos puede dar la solución ella misma en algún caso; el que se utilice de forma correcta o no depende de las personas.
cartel informativo en Madrid |
Bicing, la red de bicicletas de Barcelona. "Pequeños" cambios que nos permite hacer la tecnología |
Nosotros entendemos como smart cities aquellas ciudades que utilizan la tecnología como herramienta en su camino hacía la sostenibilidad, teniendo en cuenta, por supuesto, siempre al ciudadano y su mejora de calidad de vida, que es por y para quién están hechas las ciudades. Esta sería nuestra propia definición de una smart city.
personas paseando por una de las calles de Barcelona |
Por último os dejemos con un texto de Miguel Ruano en su libro "Ecourbanismo, entornos humanos sostenibles":
“Nadie sabe qué aspecto tiene un asentamiento humano sostenible, ni tampoco cómo funciona. Hay quien dice que las pequeñas villas europeas de la edad media, o las aldeas prehistóricas, por poner dos ejemplos, fueron sostenibles. Sin embargo, ambos modelos se basaban en el mismo paradigma no sostenible: los recursos se extraían del entorno mientras que los desperdicios se tiraban, sin más. El hecho de que esos asentamientos fueran pequeños es lo que los hacía aparentemente sostenibles, ya que los perjuicios causados al medio ambiente eran mínimos. Sin embargo, la mejor prueba de que esos primitivos asentamientos humanos no eran realmente sostenibles es que, a través de un inexorable y cada vez más acelerado proceso de crecimiento, han acabado por producir la civilización urbana actual, que, ciertamente, no es sostenible”
nota: ayer en Madrid se realizó un debate sobre las Smart Cities [un encuentro #redada] en el que todo el mundo [tanto mesa como público] estuvo de acuerdo en que el ciudadano es lo primero y la ciudad es para él. En el debate participaron Juan Freire, Marcelo Soria y Paisaje Transversal y, aparte de un debate final sobre los datos recogidos, su uso y si son públicos o privados, la conclusión con la que nos quedamos es la siguiente:
No existe un final, el objetivo es ir mejorando la ciudad tenga el adjetivo que tenga [smart, eco, inteligente...], siempre pensando en el ciudadano, se trata de un camino a recorrer que nunca se acaba.
nota: ayer en Madrid se realizó un debate sobre las Smart Cities [un encuentro #redada] en el que todo el mundo [tanto mesa como público] estuvo de acuerdo en que el ciudadano es lo primero y la ciudad es para él. En el debate participaron Juan Freire, Marcelo Soria y Paisaje Transversal y, aparte de un debate final sobre los datos recogidos, su uso y si son públicos o privados, la conclusión con la que nos quedamos es la siguiente:
No existe un final, el objetivo es ir mejorando la ciudad tenga el adjetivo que tenga [smart, eco, inteligente...], siempre pensando en el ciudadano, se trata de un camino a recorrer que nunca se acaba.