A veces lo más importante de un playground no es la cantidad de cosas y juegos que tiene, como estén ubicados o si el suelo es de goma o de tierra. A veces lo más importante, aquello que puede decidir si es el lugar ideal para los más pequeños o no, es su entorno, y más que su entorno, si está a la sombra o al sol.
No nos vamos a engañar, dependiendo de la época del año será mejor una opción u otra, y dependiendo de la ciudad y de su clima también.
¿Qué elegir?
¿La brisa fresca en los calurosos días de verano y los retoños jugando bajo las copas de los árboles a salvo de los peligrosos y cancerígenos rayos solares, con el suave tintineo de las hojas al moverse?
¿O el calorcito que produce el tímido sol en la cara los fríos días de invierno y evitar que se cree una zona embarrada y húmeda donde los retoños tienen bastantes posibilidades de coger una pulmonía?
En esta zona de juegos de Coñac [Francia], lo tuvieron claro, o quizás fue fruto de la casualidad y no hubo ninguna elección acertada de por medio. Sea por una o por otra, el resultado es que en su parque tienen dos zonas de juego, una al lado de la otra: una al sol y otra a la sombra.
Además del sol y sombra, también es gratificante ver de vez en cuando zonas de juego de madera llenas de detalles e integradas en el paisaje, donde el plástico y el metal quedan relegados a un porcentaje mínimo como el pequeño "caballito" que se ve en alguna foto.
SOMBRA
SOL
