Hablar de contaminación, da miedo. Ver imágenes de ciudades inmersas en una nube de polución, da miedo. Encontrarse con datos reales de todas las consecuencias que tiene para la salud de las personas, da aún más miedo. Y es que a nadie se le escapa ya que vivir en cualquier ciudad del mundo es peligroso (aunque fantástico), y no porque pueda haber más violencia o menos, simplemente por el hecho de la cantidad de polución que se respira a diario. Por eso cuantas más ideas para solucionarlo mejor, y, aunque parece increíble, la arquitectura propiamente dicha puede ayudar en esta tarea...
En uno de los últimos números de la revista Ciudad Sostenible mi sección + Tendencias trataba precisamente de esto, y en ella aparecían varios ejemplos, reales o simplemente imaginados, de lo que se podía hacer gracias a las nuevas tecnologías, o gracias simplemente a darle una vuelta más de tuerca a la "tecnología" de siempre.
Si quieren saber más, pasen y vean...
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