"Hablar del buen comportamiento humano en relación
con el espacio urbano no es una práctica muy habitual, prácticamente
inexistente cuando se habla de cómo afecta al urbanismo sostenible, e
inexistente del todo en España. En mi Tesis Doctoral la principal conclusión
que se obtuvo, investigación y encuesta mediante, fue que la civilidad de las
personas afectaba de forma muy positiva a la sostenibilidad urbana y que era un
indicador, ausente hasta ahora, a tener muy en cuenta, ya que se podían obtener
resultados imposibles de conseguir por otro medio, incluso conseguía modificar
otros indicadores… Como no hay nada mejor que poner ejemplos para entenderlo,
he aquí unos cuantos."
Mi Tesis Doctoral surgió con la idea de realizar un listado de indicadores realmente útiles y sencillos y que pudiesen ser usados por personas que no fuesen expertos en la materia de la sostenibilidad urbana, pero que su profesión estuviese relacionada de una forma u otra con ella.
Durante la investigación y en parte porque viví en 2 ciudades diferentes durante ese periodo [Madrid y Londres] fui consciente de que nunca se habla del comportamiento humano, a pesar de la importancia que tiene para muchos de los temas relacionados claramente con el urbanismo sostenible. Se habla del vandalismo y del ,al comportamiento, pero no se habla de todo lo que puede aportar el que la gente sea educada, tenga un buen comportamiento y sobre todo respete al resto de personas, las normas sociales y al espacio en el que se encuentra. Se realizó una encuesta sobre el tema y un caso de estudio entre las dos ciudades y la conclusión fue clara: no sólo es beneficioso para la sostenibilidad [más de lo que se pensaba en un principio], sino que además se pueden conseguir objetivos a los que no se puede llegar por otro medio.
Y éste fue el tema que trataba en mi sección +S Tendencias en uno de los últimos números de la revista Ciudad Sostenible. Es un micro resumen a modo de presentación y ejemplo, pero si queréis averiguar mas sobre la investigación podéis ir al apartado PhD y descargaros allí la tesis completa.
Si quieren saber más, pasen y vean...
Contaminación
acústica
Todo el mundo piensa que su tono de voz es el
adecuado hasta que cambia de lugar y se da cuenta que a la gente no se le oye
chillar por la calle… Y hay que reconocer que aunque a veces el ruido es
divertido en la mayoría de las ocasiones preferimos que todo esté más relajado.
No sólo el tono de voz que usamos afecta a la atmósfera que se respira, también
tocar el claxon del coche (moto, bicicleta…) cuando no es estrictamente
necesario, acelerones, el motor... El ruido también contamina y afecta a la
salud de los ciudadanos, cuanto más civilizados son los habitantes de una
ciudad y menos ruido innecesario produzcan más felices seremos todos.
Transporte
público
Decir que la actitud de la gente puede fomentar
el uso del transporte público puede parecer una sandez, pero la realidad es que
es una obviedad. El hecho de que las personas con las que se comparte espacio
sean mínimamente educadas y respetuosas, puede hacer que sigas cogiendo el
mismo transporte, así como el hecho de que sean unas groseras maleducadas
puedes hacer que prefieras coger tu propio medio de transporte (por ejemplo el
coche) y seguir contaminando antes de volver a compartir espacio de autobús,
metro o tranvía con semejantes especímenes. Ni que decir tiene que si estás
embarazada, tienes una pierna rota, eres una persona mayor o simplemente lo
necesitas, se agradece que las personas sean lo suficientemente educadas como
para cederte su asiento si no hay otro libre.
Accesibilidad
Sin pretender dar a entender que la
civilidad sustituye a la accesibilidad, si que es cierto que ayuda a que “su
falta de” no sea tanto obstáculo para personas que la necesitan. Si hay una
barrera arquitectónica seguirá estando y creando dificultades a pesar de que
los ciudadanos de esa ciudad sean muy cívicos y educados. Sin embargo, el hecho
de que estos ciudadanos estén dispuestos a ayudar al que lo necesita para
superar esta barrera y que este hecho sea algo habitual, hace que la percepción
de ese espacio como un “espacio inaccesible” disminuya, por lo que será más
concurrido y utilizado.
Seguridad
vial
No saltarse el semáforo, respetar los pasos de cebra
o no aparcar en la acera son claros ejemplos del comportamiento implícito que
incorpora la civilidad y que deberían darse en cualquier ciudad mínimamente
educada. Es obvio que este comportamiento ayudaría a aumentar la seguridad
vial, pero también a que la gente viviese menos estresada a la hora de salir a
pasear por su ciudad. Y esta seguridad vial no sólo afecta a los vehículos de
motor, también a los vínculos peatón-ciclista y ciclista-vehículos a motor, así
como a otros modos activos como el patinete.
Entornos
más agradables
Aunque el nombre de este indicador puede variar,
es frecuente encontrar uno relacionado con el entorno y el paisaje del espacio.
Ser civilizado con el entorno no significa exclusivamente no ser vandálico y
mantener el mobiliario urbano en su sitio, también es ser respetuoso con el
espacio en el que se encuentra cada uno, haciendo algo tan básico como no
ensuciarlo. Esto no sólo beneficia a que el entorno se conciba como más
agradable, sino que también otro indicador como es el de “Costes de Mantenimiento”
sea modificado, esta vez reduciéndose.
Satisfacción
del ciudadano
Menor estrés provocado por el
comportamiento de otros ciudadanos se convierte en ser más felices en el
espacio urbano: se utilizan los espacios públicos urbanos con una actitud más
tranquila y se tienen experiencias más gratas si la “convivencia” obligatoria
social con personas desconocidas (pero con los que compartimos el uso de un
mismo espacio) se produce de acuerdo con unas normas de educación social y de
respeto. A esta experiencia se le puede añadir la de otros indicadores vistos
como la “Seguridad Vial” o la disminución de “Contaminación Acústica” para
aumentar la satisfacción del ciudadano.
Para descargarlo en pdf [y leerlo mejor]: